¡NOS VAMOS AL ECOMERCADO!

Entre col y col, lechuga


Una vez iniciadas las labores en el huerto, debemos disponer sobre el papel cómo vamos a distribuir los diferentes cultivos a lo largo del tiempo.

Para planificar correctamente los cultivos de los bancales, habrá que valorar previamente qué es lo que queremos cultivar, en base a los gustos de nuestros alumnos, así como las necesidades y a las características climáticas de nuestra zona.


Además, se deberán estudiar y conocer previamente los ciclos de cultivo para cada variedad o planta, conociendo cuándo se debe sembrar y plantar y qué tiempo transcurrirá hasta su cosecha.

En el calendario de cultivo, en este sentido, se reflejan algunas indicaciones de las plantas más recomendadas para el huerto escolar.




Asociaciones:
Buscaremos cuáles son las mejores asociaciones, tratando de asociar en el mismo espacio del bancal plantas compatibles que permiten mejor aprovechamiento de la luz y de los nutrientes, así como una menor presencia de plagas. Deberemos seguir algunas pautas, combinando plantas con:
  • Diferentes sistemas radiculares

Se optimiza el espacio cultivable con plantas con plantas de raíces profundas con otras más superficiales.
Como por ejemplo zanahorias + lechugas o espinacas, tomates + cebollas, o ajos + fresas.
  • Diferentes ritmos de crecimiento

Se puede aprovechar mejor el espacio, sembrando cultivos de crecimiento rápido (por ejemplo, rabanitos o lechugas), en el espacio libre que ocupará un cultivo de crecimiento más lento (coles y zanahorias).
  • Diferentes influencias asociaciones beneficiosas

Aquí hay muchas recomendaciones al respecto y la mejor manera de comprobar el resultado de una asociación favorable será el de ir experimentando para sacar conclusiones previa.

Planificación:

De acuerdo con lo anterior y con el apoyo de programas informáticos como el “Kitchen Garden”, que aporta al mismo tiempo información sobre asociaciones favorables y desfavorables, los alumnos planificarán los cultivos diseñando para ello un croquis con la distribución espacial de los cultivos en los diferentes bancales.

Os dejamos aquí un enlace para la descarga del programa:


Para años siguientes de cultivo en los bancales se hace necesaria la práctica de rotaciones. Con ello se pretende evitar el desgaste y empobrecimiento del suelo y controlar la aparición de enfermedades o plagas cuyo ciclo biológico sea superior al de un periodo vegetativo de una especie determinada.

Para planear una rotación de cultivos hay que tener en cuenta:
  • Se evitará cultivar plantas de la misma familia de forma seguida, para reducir la permanencia de plagas y enfermedades específicas.
  • Cambiar las hortalizas según la parte aprovechable, que necesitará más de unos nutrientes que de otros.

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